Prisión de 25 años a Tallada y Fotea, 20 años a Capdevilla y 18 años a Juan Azic. Absolvió a Juan Carlos Rolón y Pablo García Velazco, quienes seguirán detenidos en prisión preventiva por otras causas relacionadas con la ESMA.
El ex Comisario Eduardo Smaha, los ex Policías Celustiano Lucero, y Alberto Rodríguez Vázquez, el ex Comisario General Juan Oyarzábal y el ex teniente Eduardo Migno, fueron condenados a cumplir penas en cárcel común, por Crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar en la provincia de Mendoza.
Entre sus víctimas se encontraban el escritor Paco Urondo, y su esposa Alicia Raboy
Yo maté al Che
Cuando me tocó la orden de eliminar al Che, por decisión del alto mando militar boliviano, el miedo se instaló en mi cuerpo como desarmándome por dentro. Comencé a temblar de punta a punta y sentí ganas de orinarme en los pantalones. A ratos, el miedo era tan grande que no atiné sino a pensar en mi familia, en Dios y en la Virgen.
Sin embargo, debo reconocer que, desde que lo capturamos en la quebrada del Yuro y lo trasladamos a La Higuera, le tenía ojeriza y ganas de quitarle la vida. Así al menos tendría la enorme satisfacción de que por fin, en mi carrera de suboficial, dispararía contra un hombre importante después de haber gastado demasiada pólvora en gallinazos.
El día que entré en el aula donde estaba el Che, sentado sobre un banco, cabizbajo y la melena recortándole la cara, primero me eché unos tragos para recobrar el coraje y luego cumplir con el deber de enfriarle la sangre.
El Che, ni bien escuchó mis pasos acercándome a la puerta, se puso de pie, levantó la cabeza y lanzó una mirada que me hizo tambalear por un instante. Su aspecto era impactante, como la de todo hombre carismático y temible; tenía las ropas raídas y el semblante pálido por las privaciones de la vida en la guerrilla.
Una vez que lo tenía en el flanco, a escasos metros de mis ojos, suspiré profundo y escupí al suelo, mientras un frío sudor estalló en mi cuerpo. El Che, al verme nervioso, las manos aferradas al fusil M-2 y las piernas en posición de tiro, me habló serenamente y dijo: “Dispara. No temas. Apenas vas a matar a un hombre”.
Su voz, enronquecida por el tabaco y el asma, me golpeó en los oídos, al tiempo que sus palabras me provocaron una rara sensación de odio, duda y compasión. No entendía cómo un prisionero, además de esperar con tranquilidad la hora de su muerte, podía calmar los ánimos de su asesino.
Levanté el fusil a la altura del pecho y, acaso sin apuntar el cañón, disparé la primera ráfaga que le destrozó las piernas y lo dobló en dos, sin quejidos, antes de que la segunda ráfaga lo tumbara entre los bancos desvencijados, los labios entreabiertos, como a punto de decirme algo, y los ojos mirándome todavía desde el otro lado de la vida.
Cumplida la orden, y mientras la sangre cundía en la tierra apisonada, salí del aula dejando la puerta abierta a mis espaldas. El estampido de los tiros se apoderó de mi mente y el alcohol corría por mis venas. Mi cuerpo temblaba bajo el uniforme de verde olivo y mi camisa moteada se impregnó de miedo, sudor y pólvora.
Desde entonces han pasado muchos años, pero yo recuerdo el episodio como si fuera ayer. Lo veo al Che con la pinta impresionante, la barba salvaje, la melena ensortijada y los ojos grandes y claros como la inmensidad de su alma.
La ejecución del Che fue la zoncera más grave en mi vida y, como comprenderán, no me siento bien, ni a sol ni a sombra. Soy un vil asesino, un miserable sin perdón, un ser incapaz de gritar con orgullo: “¡Yo maté al Che!”. Nadie me lo creería, ni siquiera los amigos, quienes se burlarían de mi falsa valentía, replicándome que el Che no ha muerto, que está más vivo que nunca.
Lo peor es que cada 9 de octubre, apenas despierto de esta horrible pesadilla, mis hijos me recuerdan que el Che de América, a quien creía haberlo matado en la escuelita de La Higuera, es una llama encendida en el corazón de la gente, porque correspondía a esa categoría de hombres cuya muerte les da más vida de la que tenían en vida.
De haber sabido esto, a la luz de la historia y la experiencia, me hubiese negado a disparar contra el Che, así hubiera tenido que pagar el precio de la “traición a la patria” con mi vida. Pero ya es tarde, demasiado tarde...
A veces, de sólo escuchar su nombre, siento que el cielo se me viene encima y el mundo se hunde a mis pies precipitándose en un abismo. Otras veces, como me sucede ahora, no puedo seguir escribiendo; los dedos se me crispan, el corazón me golpea por dentro y los recuerdos me remuerden la conciencia, como gritándome desde el fondo de mí mismo: “¡Asesino!”.
Por eso les pido a ustedes terminar este relato, pues cualquiera que sea el final, sabrán que la muerte moral es más dolorosa que la muerte física y que el hombre que de veras murió en La Higuera no fue el Che, sino yo, un simple sargento del ejército boliviano, cuyo único mérito –si acaso puede llamarse mérito– es haber disparado contra la inmortalidad.
*Víctor Montoya
Escritor boliviano radicado en Suecia - www.lafogata.org Pese a tanta crueldad....
EL CHE, NO PARA DE NACER
A un año del asesinato de Mariano Ferreira
La investigación realizada tras el asesinato de Mariano el 20 de octubre del 2010, a manos de una patota conformada por integrantes del sindicato de la Unión Ferroviaria, con la complicidad de la policía que debía custodiar el lugar, va dejando al descubierto un sinnúmero de relaciones que van desde el sindicato, pasando por la policía, hasta incluso amenazas a testigos, e intento de soborno a Jueces.
La trampa tendida por la patota, que terminó con la vida de Mariano, dejó hemipléjica a Elsa Rodríguez, e hirió en las piernas con balas a Nelson Aguirre y Ariel Píntos.
Se hallan presos hasta el momento, a raíz de la investigación, además de Pedraza y Fernández: Favale, Sánchez, Uño, Juan Fernández, Gonzáles, Pipito, Díaz y Alcorcel.
Está comprobado que la lucha de los tercerizados, interfería ciertos negocios.
Aunque a través de la lucha, se logró que la mayoría de los tercerizados pasara a planta permanente, no pudo lograrse que la lista verde vinculada a Pedraza, dejara de conducir el sindicato.
Mientras la familia espera que se haga justicia, Mariano Ferreira deja el ejemplo de una juventud comprometida y solidaria con la lucha de clases y contra la burocracia sindical, que tanto daño le hacen a los trabajadores.
Mariano Ferreira, te decimos ¡Presente!
Inauguración del Parque Patricios
y la estación homónima
Luego de varios meses de aislamiento, el Parque Patricios volvió a recibir la visita de los habitantes de su barrio.
Pomposamente inaugurado el 11 de junio pasado, en la placita que no lleva ese nombre; ahora si, se inauguró oficialmente el parque, custodiado por hermosas rejas, que se asemejan a las jaulas de los animales del zoológico.
Es verdad, no se puede negar que comparándolo con la destrucción del mismo, que se observaba desde que comenzó la “eterna” construcción de la estación del subte, este espacio está prolijo y lindo; pero ¿qué costo pagamos los vecinos, además del monetario?.
Si el enrejado de un parque se hace tan necesario para preservarlo, ¿por qué no enrejar los bosques de Palermo?, ¿ o la Plaza Las Heras por ejemplo?. La respuesta es evidente, los barrios del sur estamos considerados solamente para grandes negociados, como el llamado Distrito Tecnológico; poco importan los vecinos que pretenden los mismos derechos que otras zonas de la ciudad.
Además ante el argumento de la necesidad de las rejas para proteger el parque, solo con poner personal en función de guardián de parque con un simple celular, durante las 24 horas, se hubiera evitado el enorme gasto de las rejas, y a nosotros la horrible sensación de estar en una prisión.
La llegada de la estación Parque Patricios del subte, luego de cuatro años de espera (cuando el ingeniero Macri había prometido 10 Km por año de construcción de subtes), aún cuando a los pocos días de inaugurado dejaron de funcionar el ascensor y una de las escaleras mecánicas (que permiten a las personas con alguna discapacidad poder utilizarlo), es una buena noticia; pero en un barrio “Quemero” por historia, no tuvieron mejor idea que decorar la misma con azulejos azules y rojos, ¿usted dice que es provocación?, noooo, no creo.
Lo cierto es que a esta gestión de gobierno de la ciudad, en la que se encuentran cráteres en calles y veredas, en la que los árboles son atendidos por coifiures no diplomados, en la que se caen obras que no son inspeccionadas y todo sigue igual; el 50% de sus habitantes le dio al ingeniero todo su apoyo.
Esperemos no tengan que arrepentirse (quienes lo votaron) como ocurriera con quienes votaron por segunda vez a Carlos Menem.
Y si se arrepienten, por lo menos esta vez, que se hagan cargo de la responsabilidad de haberlo hecho.
Libia, Kadafi, y la necesidad de
crear un ejército de la UNASUR
El 20 de octubre pasado, las imágenes de TV, nos mostraban los festejos tras la muerte de Muhamar Kadafi, el viejo dirigente Libio que se mantuvo al frente de ese país por más de 40 años. Posiblemente la muerte no haya sido muerte, sino asesinato de un detenido, tras el ingreso de las tropas rebeldes (apoyadas por la OTAN, con la complicidad de Naciones Unidas) a la ciudad de XXXXXXX .
Los medios titularon “la caída de un dictador” como una excusa justiciera. Tras la caída de las Torres, como ya había pasado en Afganistán buscando a su ex socio Bin Laden, o en Irak tras la invasión Estadounidense, y luego con la ejecución del líder Sadam Husein; o la negativa a reconocer al pueblo Palestino como estado independiente; los países del primer mundo, se arrogan la autoridad para invadir, destruir, y robar, lo que consideran es su derecho sobre las materias primas y no renovables, de los países menos desarrollados.
Las reservas petrolíferas, acuíferas, minerales, y las grandes extensiones de tierras fértiles que posee Latinoamérica, frente al desgaste y agotamiento del Primer mundo, nos pondrán en el ojo del huracán en pocos años.
Como sabemos, las potencias planifican sus acciones con muchos años de anticipación; ya sufrimos el golpe de estado en Honduras, el intento desestabilizador en Bolivia y Ecuador; Hugo Chávez que lucha contra su enfermedad, pero sin distraerse de los golpistas que lo acechan. Con una Colombia cabeza de playa de la potencia hegemónica, un Piñera elegido por el voto mayoritario, pero que no dudaría en ser parte de una traición a su pueblo si fuera necesario; Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, aunque con distintas apreciaciones sobre la unidad latinoamericana, conforman junto a las primeras, un bloque que promueve un crecimiento continental frente al sometimiento de tantos años.
Quizá, previendo acciones futuras, sería imperioso comenzar a analizar la necesidad de la conformación de una FUERZA MILITAR CONJUNTA DE LA UNASUR, que planifique y defienda a nuestros países, de posibles intentos de invasión, de cualquier tipo que sea.
El capitalismo se construyó sobre millones de cadáveres, sobre la base de la expoliación y explotación de nuestros pueblos, no podemos creer que esto haya dejado de ser así. Es más, al agudizarse la crisis económica mundial, es esperable que continúen por ese camino, para seguir manteniendo su hegemonía y sus privilegios.
Otros vientos soplan en América; como nuestros grandes patriotas que nos liberaron del Imperio Español, es responsabilidad de nuestros gobernantes seguir defendiendo esta construcción de unidad americana, y de nosotros (el pueblo), promoverla y apoyarla.
La nueva revista de las Madres
La Asociación Madres de Plaza de Mayo, luego del problema por todos conocido, vuelve a lanzar una nueva revista con el compromiso y la dedicación que siempre han brindado en cada nuevo emprendimiento.
Como en la anterior publicación, numerosos compañeros aportan su mirada y su colaboración para enriquecerla de contenido.
Las Madres necesitan y merecen que las rodeemos de cariño desde el lugar que podamos; luego de tantos años de lucha y entrega, no podemos dejar que traten de ensuciar y manchar los Pañuelos Blancos, aquellos que fueron o son cómplices de la dictadura más sangrienta que sufrió nuestro pueblo.
Aquellos que hoy tratan de denigrarlas, tratando además de golpear indirectamente al gobierno nacional y a los otros Organismos de DDHH, no tienen altura moral para cuestionar su accionar.
Las figuras de Hebe, de Porota, de Juanita, y de cada Madre, están por encima de cualquier acusación malintencionada; el pueblo lo sabe, ¡El Pueblo las abraza!.
JUICIO A OSVALDO BAYER
por el contenido de la película Awka Liwen
La acusación también alcanza al codirector de la cinta, Mariano Aiello, y al historiador Felipe Pigna.
“Se nos hace cargo de que hemos difamamos a la familia Martínez de Hoz, y no es así, por eso ahora que volví de Alemania empecé yo a publicar, porqué nosotros en la película Awka Liwen hablamos, no del ministro de Economía de Videla, sino del tatarabuelo, mejor dicho del retatarabuelo como dice el diccionario español”, aseguró en declaraciones al ciclo La Palangana (FM 103.7).
Como fundador de la Sociedad Rural, José Martínez, fue uno de los impulsores de la llamada “Campaña al Desierto”. Bayer explicó que los nietos de José Alfredo sostienen que su tatarabuelo murió previamente a que Julio Argentino Roca iniciara la campaña. “Bueno, eso es cierto, pero la Campaña al Desierto no se inició con Roca, sino mucho antes”, aclaró.
Agregó: “vamos a presentar una batalla contra estos señores que a mí, como digo yo en mi nota, me causa extrañeza, que lo defiendan a su retatarabuelo y no traten de defenderlo al ministro de Economía, que es su directo abuelo”.
El próximo viernes 9 de setiembre, el escritor visitará la región. Estará en la ciudad de Cipolletti en la apertura de la Feria del Libro en el espacio ubicado en 25 de Mayo y Fernández Oro, en que abordará el rol del intelectual.
Entrevista a Osvaldo Bayer en La Palangana
http://www.8300.com.ar/2011/09/05/le-inician-juicio-a-osvaldo-bayer-por-el-contenido-de-la-pelicula-awka-liwen/
Liberaron a uno de LOS 5 CUBANOS
René González, uno de los cinco Cubanos presos desde 1998 en EEUU por supuesto cargo de espionaje, salió en libertad el 7 de octubre pasado. Pero debido a una orden judicial no podrá regresar a su país, debiendo permanecer bajo libertad vigilada.
Mientras tanto, Gerardo Hernández, Ramón Labaniño, Antonio Guerrero, y Fernando González, continúan injustamente en prisión, sin poder ver a sus familias.
CALLES DE NUESTRO BARRIO
Coronel Don Manuel Vicente Pagola
Nace en la Villa Ntra. Sra. de Guadalupe, el 19 de junio de 1781, en Canelones (Uruguay). Sus padres fueron el capitán de milicias Don Agustín Pagola y Doña María de la Concepción Rivero, fundadores de Montevideo. Fue bautizado en la Parroquia de Guadalupe, y dada la condición de su familia recibió una educación sencilla, pero religiosa y severa en las armas.
Fue Capitán del Cuerpo de Blandengues de la Frontera de Montevideo -el mismo que integraba el Ayudante Mayor José Artigas-, a donde ingresó por indicación de su padre en 1800, siendo al poco tiempo ascendido a cabo, por méritos. Actúa como Oficial de Milicias de la Campaña, en 1806. En 1807 junto a los Blandengues enfrenta a Los Ingleses, durante “Las Campañas Militares Inglesas” al invadir nuestro territorio. Combatió en la sangrienta Batalla del Cardal bajo el mando de Lecoq, Brigadier español al mando de españoles y orientales, fueron superados en poder de fuego y en hombres, siendo derrotados, pero demostrando un gran coraje, el 20 de enero de 1807. Luego participa en la Defensa de Montevideo durante 15 días, al caer la ciudad junto a otros Blandengues, realiza guerrillas contra tropas inglesas que llegaron a su Guadalupe natal y Santa Lucía, siendo rechazadas las tropas británicas en campos de Florida actual, las cuales se vieron obligadas a desocupar Guadalupe y Santa Lucía, posteriormente Las Piedras, poco antes de la derrota inglesa, a mediados de ese año.
En 1811, Pagola como Blandengue se pone al servicio del entonces Tte. Coronel José Artigas, al ascender Artigas a Coronel, el mismo lo asciende a Oficial y lo pone en su puesto de confianza en el “Primer Sitio de Montevideo”.
Posteriormente cumple órdenes bajo Rodeau, realizando misiones en la Frontera y el Río Yaguarón, luego del Armisticio entre Elío y Buenos Aires, Pagola en el Campamento Artiguista del Ayuí, fue nombrado Capitán y Edecán de Artigas, en medio de grandes privaciones para los Orientales. En 1812 integra el Ejército nuevamente sitiador de Montevideo.
En 1814 asciende por méritos a Teniente 1ero. de Caballería, luego a Tte. Comandante y Comandante un año después del “Regimiento Primero de Caballería, del Ejército Artiguista Oriental. Poco tiempo después alcanzará el grado de Coronel. Recibe la “Medalla de Benemérito de la Patria en grado Heroico” por las Autoridades de la Provincia del Río de la Plata. Por orden de las mismas, su Regimiento y el Jefe Pagola, se trasladan a Buenos Aires, de allí a Tucumán y forma parte del “Ejercito Auxiliar de las Provincias Unidas”, bajo mando del Gral. Rondeau, en la Campaña del Alto Perú contra los Ejércitos Españoles. Ahora su Unidad es llamada “Regimiento Nº 9 de Caballería” integrada casi totalmente por orientales.
Luego del desastre de “Sipe-Sipe”, donde el famoso “Regimiento 9” cubrió la retirada del “Ejército Auxiliar de las Provincias Unidas” vencido por los españoles; Pagola y su gente soportaron el grueso del Ejército enemigo salvando con su sacrificio, con grandes pérdidas humanas, al resto del Ejército Patriota de un desastre completo.
En agosto de 1816 vuelve a Buenos Aires donde se destaca su acción. Al invadir los portugueses la Provincia Oriental, Pagola quiso apoyar al Gral. Artigas, las autoridades porteñas no lo aceptaron y fue desterrado, junto a otras personalidades, a los EEUU. Logra volver a fines de la Dominación Luso-Brasileña, a sus queridos pagos de Canelones. En Guadalupe se establece y se dedica a criar ganado, en 1825 apoya a la Cruzada Libertadora y al Gral. Lavalleja, aunque sigue viviendo en sus campos de Canelones. En 1828 es electo diputado a la Constituyente, por Durazno, aunque no interviene en la elaboración de la Constitución. En 1838 el Presidente Interino Anaya lo nombra Jefe Político de Montevideo y Comandante Gral. De Armas de la Plaza adjunto al Gral. Soler, al dejar Anaya y Soler sus cargos. Pagola se retira a la vida rural hasta su fallecimiento en 1851.
