viernes, 31 de mayo de 2013

Albañiles de la Memoria; colocación de Baldosa en homenaje a Oscar y Luis Zalazar

Albañiles de la MEMORIA
Baldosa en homenaje a Oscar y Luis Zalazar

El 25 de mayo pasado, en la que fuera su casa natal, los familiares, amigos, ex compañeros y el Espacio Asambleario, colocamos una Baldosa en homenaje a estos dos compañeros

Preparando la argamasa para darle forma al afecto y el compromiso












el 25 de mayo; en la puerta de Caseros 2942, modelando la vereda











Comienza el homenaje con las palabras de sus compañeros
Palabras leídas por Gladys Zalazar
Buen día!! Que digo buen, excelente día!!!Porque cuando se barajaron fechas para este homenaje y finalmente quedó el 25 de mayo, pensé que era la fecha ideal. Porque si hay algo que quería recordar es eso que me legaron: el inmenso amor por la PATRIA, por esa PATRIA que quisieron construir continuando con el ideario revolucionario de Mayo. La PATRIA de Moreno, Belgrano, Castelli, Dorrego, Monteagudo y tantos otros…
Desde muy niña crecí escuchando estos nombres y sus historias de la boca de Oscar y Coco. Aprendí a desconfiar de la historia de Billiken y sus próceres edulcorados e impolutos. Y es en este nuevo contexto de revisionismo histórico que rendimos este homenaje a estos compañeros y en el a tantos compatriotas.(Adri siempre bromea con los Zalazares de Patricios) y sí, compañeros, todos ustedes son historia que tendrá el futuro…
Jugando un poco con lo que hubiera podido ser si estuvieran vivos, estoy segura que estarían en la plaza celebrando la PATRIA, los logros obtenidos para las mayorías. Desde donde estén creo que el mejor homenaje que pudieran recibir es el trabajo cotidiano por esta PATRIA  amada, levantando la consigna “el otro soy yo”.
Ellos caminaron este querido barrio, rieron, lloraron y molestaron también, por qué no? Eran jóvenes alegres, desenfadados, los amigos del barrio pueden dar testimonio de ello. Eran jodones pero comprometidos con la vida. Nunca imaginaron, creo yo, que iban a ser recordados por tanta gente habiendo vivido tan pocos años.
Desde lo personal, me hubiera gustado tenerlos junto a mí en cada etapa de mi vida, aconsejándome, cuidándome…hubiera querido que mis hijos crecieran con su ejemplo y tener sobrinos para amar. Mi vida entera hubiera sido distinta de haber contado con ellos, pero el odio no quizo que esto fuera así y aquí estoy recordándolos con orgullo…
Me tomo el atrevimiento de hacer un ejercicio y quiero leerles unas palabras que les escribí a ellos:
Chicos,  estoy junto a los compañeros, saben? Beto, Tito, Adri, Cartucho Quelo, Pablo, Viki, Teresa, Patricia, Guaraní…Guaraní, se acuerdan las noches en la terraza de casa con su guitarra cantando canciones de protesta!!. No es increíble? De cada uno de ellos escucho sus voces, en sus abrazos encuentro los suyos y en su terca consecuencia me referencio.
También quiero contarles que tienen 5 sobrinos maravillosos a los que siempre les cuento lo grandioso que fue tenerlos como hermanos…
Querido Coco, te cuento que cumplí, mientras los viejos estuvieron con vida, jamás me quebré. Fue duro, pero lo logré. Sigo buscándolos, sigo necesitándolos como siempre, en cada cosa que me pasa y muero por contarles, en cada lucha, en cada celebración, todo el tiempo… disculpas por la digresión
Agradezco al Espacio Asambleario Parque Patricios, a los compañeros de ayer y de hoy y sobre todo a todos esos jóvenes que hoy levantan la política como herramienta de transformación y la militan en cada rincón de la PATRIA.
Quisieron hacerlos desaparecer pero lo que lograron es hacerlos cada vez más presentes. Hicieron estallar sus venas y llenaron el aire de amor, porque eso es lo que llevaban dentro. AMOR.
La tierra abonada con su generosa sangre ha dado frutos. La PATRIA sigue siendo posible, porque es posible el hombre. El amor sigue en pié.
OSCAR ZALAZAR, PRESENTE!!!
LUIS ZALAZAR, PRESENTE!!!
30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS DESAPARECIDOS, PRESENTES!!!

AHORA Y SIEMPRE!!!
Poemas leídos por Gladys, su hermana

Poema La Hora De La Siembra de Manuel José Arce Leal
Y no nos han dejado otro camino.
Y está bien que así sea.
Recibimos el golpe en la mejilla,
la patada en la cara.
Y pusimos la otra mejilla,
silenciosos y mansos,
resignados.
Entonces comenzaron los azotes,
comenzó la tortura.
Llegó la muerte.
Llegó noventa mil veces la muerte.
La labraban despacio,
riéndose,
con alegría de nuestro sufrimiento.
Ya no se trata sólo de nosotros los hombres.
El saqueo constante de nuestras energías,
el robo permanente del sudor
?en cuadrilla, a mano armada, con la ley de su parte?.
Ya no se trata sólo de la muerte por hambre.
Ya no se trata sólo de nosotros los hombres.
También a las mujeres,
a los hijos,
a nuestros padres y a nuestras madres.
Los violan, los torturan, los matan.
También a nuestras casas,
las queman.
Y destruyen las siembras.
Y matan las gallinas, los marranos, los perros.
Y envenenan los ríos.
Y no nos han dejado otro camino.
Y está bien que así sea.
Trabajábamos.
Trabajábamos mas allá de las fuerzas.
Empezábamos a trabajar cuando aprendíamos a caminar
y no nos deteníamos sino al momento de morirnos.
Nos moríamos de viejos a los treinta años.
Trabajábamos.

El sudor era un río que se bifurcaba:
de un lado se volvía miseria, fatiga y muerte para nosotros:
de otro lado, riqueza, vicio y poder para ellos.
Sin embargo,
seguimos trabajando y muriendo siglo tras siglo.
Pero ni aun así se ablandaban sus caras frente a nosotros.
Vinieron con sus armas
y sus armas vinieron a matarnos.

Elegía a Ramón Sijé; Miguel Hernández

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas,
y órganos mi dolor sin instrumentos,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler, me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo voy
de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano está rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes,
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero mirar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera,
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas
y tu sangre se irá a cada lado,
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas,
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero. 





Leído por el Espacio Asambleario de Parque Patricios

Texto sin nombre. Muerto sin lugar
Murió un canalla. Un asesino serial. Un genocida. Un criminal. Un culpable de muertes, torturas, exilios, prisiones, violaciones de mujeres, madres sin hijos, hijos e hijas sin padres y madres, niños y niñas expropiados en su identidad. Un fascista de esos que se dicen argentinos. 
¿Qué hacer con ese muerto? ¿Qué pedazo de tierra vamos a contaminar con sus desechables restos? ¿Cuánto tiempo dedicaremos a escupir sobre sus palabras dichas en nuestro mismo lenguaje? ¿Qué piquetes haremos en nuestro infierno para que no pueda entrar?
Tendría que existir un no lugar para los tiranos. Una especie de basurero de la historia en el que no haya riesgo de reciclaje. Un lugar donde no tengamos que volver a encontrarlos jamás. Donde ellos definitivamente no estén… entre nosotras y nosotros. Cuando ya por suerte no respiran e infectan nuestro mismo aire, cuando ya no largan su pútrido aliento sobre el oxígeno que nos mantiene vivas… habría que inventar un no espacio para ellos.
Pero sospecho que no. Que ese no lugar no existe. Sospecho que seguirán ensuciando nuestras noches con pesadillas. Sospecho que todos lo “no” que me salen en este texto, son voces escapadas de nuestro espanto.
El canalla murió en la cárcel. Algo es algo, me digo. Pero se llevó pruebas y silencios a su tumba marmolada.
No voy a nombrarlo, me digo. No voy a contaminar mi texto. No quiero compartir ya nuestro lenguaje con el suyo. Es que las palabras no pueden significar lo mismo para ellos y para nosotras. No significan lo mismo, digo.
Pero tal vez sí. Tal vez haya que decir que su apellido es un insulto para la humanidad. Que los niños y niñas que hoy están naciendo, debieran saber algún día, que de las entrañas de una argentinidad fascista que nos espanta, nacieron tantos videlitas que dan asco y miedo… y que eso puede volver a suceder, si no sabemos identificarlos. Que tal vez por eso una y otra vez hay que marcarlos, señalarlos, escracharlos todos los días, si queremos quitarles el poder sobre nuestras vidas.
El canalla murió en la cárcel, como corresponde. En una cárcel común. Pero hay tanto fascista suelto. Y no hablo solamente de los dinosaurios viejos. Hay tanto facho joven. Tanta desmemoria en territorios heridos de nuestra historia cotidiana.
Me cuesta pensar que murió esa pesadilla. Porque la muerte finalmente es parte de la vida. Y la vida es nuestra. El canalla se creyó dios, amo de la vida y de la muerte… pero no. Ni dios ni el papa lo salvaron del final tan ineludible. Murió en la cárcel me digo.
Y no habrá manera de quitarle las rejas de su cuerpo. Porque ni muerto será perdonado. Y porque, aunque ensucie todo lo que toca, tampoco será olvidado. Ni muerto. 
Mientras el canalla se pudre en nuestra lastimada memoria… ahí seguimos. En un caminar colectivo, tumultuoso, caótico, fértil. Vamos encendiendo resistencias. 30000 veces 30000. Multiplicando rebeldías. Desmalezando de fachos nuestros territorios. Sacándolos de todos los rincones. Porque “a donde vayan los iremos a buscar”. 
Y sembrando nuestro corazón en el camino. Amando definitivamente al pueblo. Hasta la vida siempre.
Claudia Korol
17 de mayo, 2013
                                      
Ahora si, su familia descubriendo la Baldosa



                                      
Oscar Alfredo Zalazar, nacido el 16 de julio de 1954 y Luis Zalazar, nacido el 19 de junio de 1955, ambos en la Maternidad Sardá, Parque
Desde muy pequeños comienzan a conocer la realidad  socio-política del país. Epoca de golpes de Estado y asonadas permanentes. Adhieren al peronismo revolucionario y comienzan a militar en la U.B. Mártires de Trelew de Parque Patricios.
En el año 1975, Oscar se traslada a la Villa Padre Caplan (hoy 21-24) y forma pareja con María Ester Peralta. Integra la Junta Vecinal del barrio.
En la madrugada del 29 de abril de 1976 se produce un allanamiento en la villa, son sometidos a tortura en el mismo domicilio, desde donde los sacan junto a otros compañeros y los trasladan a la comisaría 28 de Barracas. En la madrugada del 7 de mayo aparecen los cuerpos acribillados de Oscar y sus compañeros Urunaga y Gamarra en el Parque Centenario de la Ciudad de Buenos Aires.

Luis, (Coco), estaba cumpliendo con el Servicio Militar Obligatorio al m omento del asesinato de Oscar. El día 29 de mayo deserta del ejército y se  mantiene en la clandestinidad por unos meses, hasta que se comunica con la familia comenzando una serie de encuentros semanales en el Conurbano  Bonaerense hasta la primera semana de Enero de 1977 cuando deja de acudir a una cita familiar. Encontrándose desaparecido desde ese momento al igual que María Ester Peralta.
                                     
Oscar y Luis (Coco) Zalazar
¡PRESENTES!
121 Compañeros detenidos desaparecidos de Parque Patricios
¡PRESENTES!
30.000 Compañeros detenidos desaparecidos
¡PRESENTES!

¡ AHORA Y SIEMPRE ! 

No hay comentarios: