Numeroso público se acercó al centro del Parque Patricios a escuchar y debatir, mientras a un costado un grupo de niñas y niños creaba su propio diario, sorprendiéndonos la capacidad de observar el mundo de los grandes sin los defectos de los adultos. Miriam y Paulo acompañaron en esta tarea a los pequeños periodistas
Condujo la radio Jorge, y al término de la charla, se proyectó la película “La guerra por otros medios” del director Emilio Cartoy Díaz, quien no pudo hacerse presente.
Fue una excelente jornada para analizar la importancia de esta ley que permitirá que otras voces se escuchen, por lo tanto se podrán conocer otras realidades distintas a las que los medios monopólicos nos tienen acostumbrados.
Organizaron : Espacio Político Cultural Venas Abiertas, de Pompeya, Radio Abierta Parque Patricios, Espacio Asambleario de Parque Patricios, y el Espacio Cultural El Eternauta, de San Telmo.
Esta vez la consigna, además de la clásica “en defensa de los espacios públicos y por una cultura para todos”, fue “Recuperemos nuestro barrio de Parque Patricios”.
Basada en el atraso al que el actual Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, viene relegando desde el comienzo de su administración, en por de emprender jugosos negocios destinados exclusivamente a manos de Capitales Privados, y a expensas de las reales necesidades del barrio, como pueden ser construcción de viviendas, fortalecer la Salud y la Educación Públicas, devolver sin rejas y en perfectas condiciones el hermoso Parque de los Patricios, y todas las cosas que a diario sufrimos caminando las otrora veredas de baldosas, y que hoy son un triste negociado de cemento gris.
Así se dieron cita las distintas organizaciones que venimos trabajando desde hace un año, siempre con la intención de acercar al vecino, escuchar su opinión, compartir juegos, música, palabras, y demostrar que debemos perder ese miedo que tan a menudo nos incitan a ejercitar hacia el otro.
sobran las palabras
y el cierre a todo tambor con los compañeros de
Charla con Blanca Santucho y Proyección
de la película “Padres de La Plaza”
con la presencia de Bruno Palermo y Julio Morresi
El domingo 12 de diciembre Blanca Rina Santucho, hermana de Mario Roberto Santucho, uno de los conductores del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), brindó una charla, contando la historia de su familia “Los Santucho”. Apellido demonizado a lo largo del tiempo por iniciativa de quienes fueron artífices y cómplices de la más sangrienta dictadura que haya sufrido nuestro país.
La persecución y desaparición forzada, fueron una constante en la familia Santucho, en el período previo y durante la dictadura militar; aún entre quienes no quisieron militar, o creyeron que con la verdad y la honestidad se encontraban a salvo de las bestias. Recomendamos a quienes quieran profundizar sobre esta historia, leer el libro de Blanca “Nosotros los Santucho”, allí la realidad descarnada nos hará comprender como una parte de la sociedad conciente o inconcientemente, permitió que el terror ocupara el escenario de la vida diaria, desconociendo la desaparición de 30.000 compañeros perseguidos por luchar contra el sistema, 30.000 compañeros que querían modificar las condiciones injustas de esta sociedad.
Luego de la charla, y tras un breve refrigerio, dio comienzo la proyección de la película “Padres de la Plaza, diez recorridos posibles”. La cual narra la historia de vida y lucha de diez de los padres que acompañaron a las Madres de Plaza de Mayo hasta la actualidad.
Se encontraban presentes dos de ellos que viven en nuestro barrio, Bruno Palermo y Julio Morresi, ambos, hinchas de Huracán; quienes tuvieron palabras cálidas y afectuosas hacia los que nos encontrábamos presentes, y a quienes se los puede ver siempre esbozando una sonrisa.
La historia de sus hijos Norberto Palermo, y Norberto Morresi, como así también la de la Familia Santucho, relatada por Blanca, y de otros compañeros que brindaron su testimonio generosamente, pueden encontrarlas en la página de Derechos Humanos del Espacio Asambleario: www.derechoshumanospatricios.blogspot.com
A continuación unas palabras de Blanca Santucho, las cuales forman parte del trabajo citado anteriormente
al juicio sobre “Automotores Orletti”.
El 3 de junio del 2010 se inició en los Tribunales de Comodoro Py, el juicio oral y público a los autores materiales de 65 crímenes de lesa humanidad, cometidos en el Centro Clandestino de Detención y Tortura “Automotores Orletti”, sito en el barrio porteño de Floresta.
Automotores Orletti, sede nacional del Plan Cóndor (o sea, la coordinación de los Servicios de Inteligencia del Cono Sur, para el aniquilamiento de luchadores populares), funcionó desde mayo a noviembre de 1976,y por allí pasaron 200 personas, la mayoría de ellos de nacionalidad Uruguaya.
Los autores intelectuales Aníbal Gordon, y Suárez Mazon, ya fallecieron sin pagar sus culpas.
Allí fueron llevados el 3 de julio de 1976, mis hermanos Carlos Hiber, y Manuela Elmina Santucho; y mi cuñada Cristina Navajas de Santucho.
Presté testimonio como querellante en la causa, el 15 de julio de este año (2010). Quería agradecer el comportamiento del Presidente del Tribunal, que dejó que me expresara libremente, y que aún impidió se me hagan preguntas por parte de un abogado de los genocidas.
Comencé explicando que la familia Santucho no era “una familia cualquiera”, y no lo era ciertamente, por tratarse de que sus miembros eran en su gran mayoría profesionales del Derecho, abogados, etc. Mario Roberto, la figura más emblemática, era Contador Público.
En mi caso, Notaria y Asistente Social Universitaria egresada de la UBA. Mi padre fue dos veces Legislador por el Radicalismo.
Tampoco era “una familia cualquiera”, por la solidez de los lazos fraternales de 10 miembros; 8 varones y 2 mujeres, nacidos de dos madres hermanas entre si.
Nuestros años dorados en Santiago, nuestra ciudad natal, las reuniones familiares, no hacían prever el fatal destino que nos esperaba.
Los almuerzos constituían debates políticos, pues cada uno expresaba libremente su opinión; lo que llenaba de orgullo a mi padre, quién decía “yo he querido libertad, y quiero mayor libertad para mis hijos”.
Relaté las circunstancias de los secuestros de Carlos, primero, y de las jóvenes después, así como el conocimiento posterior que tuvimos de las torturas infligidas especialmente a Carlos, que provocaron su muerte. Debo destacar que a la mayoría de los sobrevivientes que declararon, se les preguntaba especialmente por “los Santucho”
Puse en evidencia también el hecho de que seis mujeres de la familia fueron secuestradas indefensas, y sometidas a toda clase de vejaciones.
Finalmente, no pedí, “EXIGÍ” a la Justicia Argentina, la aplicación de la pena máxima a los imputados, en cárcel común.
Quiero concluir con un profundo dolor que nuestro caso, con 11 miembros entre muertos y desaparecidos, es ignorado por la mayoría del pueblo argentino; por ello escribí “ Nosotros los Santucho”, se constituyó una Asociación Civil “ Nosotros los Santucho”, con ámbito nacional, pero con proyección especial en Santiago del Estero, cuna de quienes como muchos otros de su generación, lo dieron todo en pos de un mundo más justo y equitativo.
Blanca Rina Santucho, Buenos Aires, 13 de noviembre del 2010.
Palabras introductorias a la charla
Antes de dar paso a la charla con Blanca, organizada junto con los compañeros del Instituto de Relaciones Ecuménicas de Parque Patricios, y los compañeros del Espacio Político Cultural Venas Abiertas, de Pompeya, queremos hacer una breve introducción.
En el año 2005 conformamos dentro del Espacio Asambleario, la Comisión de DDHH.
Nos llevó aproximadamente dos años poder contar con los primeros testimonios, que generosamente nos brindaron Bruno Palermo, Elisa Tokar, Julio Morresi, Carlos Pisoni, y María Nudel.
El 9 de julio de 2007, aquel recordado día de la nevada; en el marco de la inauguración de la Plazoleta de la Memoria, Pastor, José De Luca, hicimos la presentación pública de estos trabajos, ante una multitud de compañeros de distintas Organizaciones de DDHH,
Pasaron mas de dos años, y nuevamente nos abocamos a continuar con la recopilación histórica; y es así como este año entrevistamos a Dora Molina, a Ernesto Lejderman Avalos, y a quien hoy nos acompaña, Blanca Rina Santucho.
Estamos a horas de cumplir nueve años de los sucesos del 19 y 20 de diciembre del 2001; a nuestro entender, hechos que marcaron a una generación de jóvenes, y no tanto, que ante la sola pronunciación de la frase “Estado de Sitio”, se vieron transportados directamente hacia los tiempos de la más siniestra dictadura, saliendo a las calles a defender su derecho a ser libres.
Lamentablemente, hoy volvemos a encontrar varias similitudes entre los días previos a ese 19 y 20 y lo que viene sucediendo en la toma de los tierras del parque Indoamericano de Villa Soldati.
No por casualidad, el nombre de Eduardo Duhalde sobrevuela con olor nauseabundo, el accionar de la Policía Federal, de la Metropolitana, y las patotas de barrabravas regenteadas por Ritondo, Larreta, Montenegro, Santilli, y Macri
Nuestro Espacio, como muchos otros, surgió al calor de la lucha de esos días del 2001-2002; somos parte de la histórica lucha del pueblo trabajador; esa lucha en la que se inscriben “La Semana Trágica de enero de 1919”, los hechos de la Patagonia Trágica y Rebelde, las huelgas anarquistas, las de inquilinos, y las de los obreros de la construcción en 1936. También la de los que “mojaron las patas en la fuente”, y años después lucharon en la clandestinidad contra la llamada “Revolución Libertadora” o mejor dicho; ¡Fusiladora!.
Somos parte de esa generación que quiso cambiar el mundo; que tomó al Che como ejemplo, tratando de asimilar sus valores éticos y morales.
Nos sentimos representados en la dignidad de los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos; en el valor y coraje de las Madres y Abuelas; y en la constancia y entrega de las distintas Organizaciones de DDHH.
Con respecto a esa historia, Rodolfo Walsh nos advertía:
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores
no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires.
Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores.
la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia parece así como propiedad privada
cuyos dueños son los dueños de todas las cosas.”
La historia que vamos a escuchar; la de la Familia Santucho, es parte de esa historia que le pertenece a la Clase Trabajadora.
Esperamos que esa experiencia, nunca mas se pierda.
En nombre de los compañeros del Espacio Asambleario de Parque Patricios,
¡muchas gracias!.
18 de diciembre de 2010
y para concluir, lo que vieron al principio son dos videítos sobre las actividades, y una yapa que encontramos en internet; que aunque cuenta con la participación de un personaje no muy Feliza, vale en los argumentos y acusaciónes sobre el querido Mauri y su gestión de DES-GOBIERNO.
esperamos sus comentarios y aportes
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