Breve reseña histórica sobre el trabajo
colectivo de la pintada de las 121 Siluetas de los compañeros
Detenidos-Desaparecidos de Parque Patricios
Corría marzo del 2002, y al calor de
los acontecimientos ocurridos durante el 19 y 20 de diciembre del
2001, la rebelión popular que también fué llamada Argentinazo y
que produjo una nueva experiencia política catalogada como
Asambleas; quienes integrábamos la Asamblea Popular de Parque
Patricios; nos dimos a la tarea de imaginar una actividad donde
participaran todos los vecinos y sectores políticos, y que dejara
plasmado en el barrio, el reconocimiento a las compañeras y
compañeros detenidos desaparecidos por el Terrorismo de Estado.
Luego de varias ideas y deliberaciónes,
se decidió implementar el trabajo que distintos Organismos de DDHH
llevaron a cabo desde los tiempos de la Dictadura cívico militar
transcurrida entre los años ´76 al 78.
Fué así, como en la noche del 23 de
marzo del 2002, unas 100 personas aproximadamente, todos integrantes
de la Asamblea Popular, nos reunímos en el centro del Parque
Patricios, y nos dispusimos a pintar unas 100 siluetas alrededor de
lo que había sido la fuente.
Tarea ardua, donde además participaron
integrantes de las Murgas del barrio, y vecinos.
Luego de disuelta la Asamblea Popular
en diciembre del 2002, en marzo de 2003 se vuelve a realizar la misma
acción en el centro del parque, entre vecinos y militantes que se
autoconvocan.
El 20 de diciembre del año 2003,
Espacio Asambleario de Parque Patricios, luego de varios meses de
encuentros, hace su presentación y debut en el barrio, con un
festival en la Plazoleta de la Memoria Pastor, José De Luca. Ya
desde marzo del 2004, comienza a convocar año a año a compañeros y
vecinos para pintar las 121 siluetas que interrogan a aquellos
desprevenidos que aún hoy desconocen una de las etapas más
terribles de nuestra historia.
Algunas veces lo hicimos casi en
soledad, apenas unos 10 o 20 compañeros, pero la mayoría de los
años se hicieron presentes solidaria, comprometida y
respetuosamente, vecinas, vecinos, Organizaciónes Políticas y
Sociales, contribuyendo con pintura y pinceles, pero sobre todo con
su presencia, para mantener viva la lucha de las y los 121.
Durante el período de Mauricio Macri
como Jefe de Gobierno de la Ciudad, en una oportunidad borraron las
121 siluetas con hidrolavadoras; nuevamente volvimos a pintarlas; un
par de años después, con la excusa de remodelar la plazoleta,
quisieron levantar directamente las baldosas; pero nuevamente la
presencia y lucha de las y los vecinos hizo que esto no pudiera
realizarse.
Intentaron también robarse las placas
que nombraban a la plazoleta de la Memoria, como Pastor, José De
Luca, y otra que recordaba a los 121 compañeros, pero nuevamente la
intervención de un integrante de Espacio pudo recuperarlas. Luego
hubo “accidentes” que las doblaron y despintaron, pero siempre
fueron reparadas por nuestros compañeros.
Este año, en los primeros días de
enero de 2019, nuevamente vino el ataque contra las placas; y esta
vez con la argucia de retirar el farol donde estas se habían
colocado para repararlo, se las llevaron. Se hicieron presentaciónes
ante el CGP, pero niegan que esa camioneta de Espacio Verde, y esos
trabajadores con uniforme de la Ciudad hayan realizado algún trabajo
allí, aunque varios vecinos dieran cuenta de ello.
Si los responsables no hacen aparecer
las placas, nuevamente las pintaremos y colocaremos; la Memoria de
las y los compañeros no va a ser pisoteada por estos bastardos; y si
borran cien veces las siluetas, las pintaremos 101 veces; ¡nuestro
amor es mas fuerte que su odio!
Es de esperar, que las nuevas
generaciónes con conciencia política y compromiso, continúen a lo
largo del tiempo, con esta acción de actualizar la Memoria, ya que
es el único reaseguro para que nuestros hijos y nietos vivan en un
país libre.
Un pequeño apartado para hacer un
reconocimiento a don Julio Morresi, él es quién da a conocer la
cifra de 121, en una entrevista, calculada a travéz de las denuncias
hechas en la Conadep, en Organizaciónes de DDHH, e investigaciónes
varias.
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así una propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.
Rodolfo Walsh